Cuando menos lo esperas, aparece una canción que te impacta, te remueve y no te la sacas de la cabeza, hasta que finalmente decides que vas a prestarle la atención que reclama, a ver si así te deja en paz.
Es lo que me ha pasado con el tema “No surprises” de Radiohead.
De Radiohead (Oxford, Inglaterra) había escuchado muuuuchas veces, ese himno de la baja autoestima titulado “Creep”, que pertenece a su primer álbum “Pablo Honey” publicado en 1993, en el que la banda británica sonaban a R.E.M. (a los que admiraban) y a Nirvana. Guitarras potentes, sonidos “sucios” a lo grunge, letras depresivas a lo Cobain.
(Cuando nombro el año 1993, pienso en aquel “annus horribilis” en que mi vida estaba literalmente patas arriba)
Pero Thom Yorke y su banda estaban en plena metamorfosis y con su segundo trabajo “The Bends” (1995) que se acercaba más al “Brit pop”, iban tomando un camino más personal y maduro.
(¡Anda, qué casualidad, en ese mismo año a mi vida le pasaba lo mismo!)
En 1997 con “Ok Computer”. Radiohead tiene por fin un sonido propio. Se han nutrido de música clásica, electrónica, de jazz. Han dado rienda suelta a su creatividad y aunque continúa siendo un álbum triste, casi existencial, ya nada tiene que ver con esa “depre” adolescente de “Creep”.
(En 1997, mi vida había cambiado por completo. En ese año puedo decir que comencé a poner la base de mi “yo” actual. Ya estaba dentro del sistema, lo había conseguido. ¿Y ahora qué?)
En “Ok, Computer” Thom Yorke abre su alma. Nos habla de la muerte, de la soledad, de la rutina de nuestros trabajos sin alma, de la indiferencia de la clase política, del consumismo, de la globalización, del vacío que sentimos al final del día, de la insatisfacción.
(¿qué queda de aquella chica que soñaba? Dentro de mi particular cápsula, la vida pasa, tranquila y sin sorpresas. ¿Era esto lo que yo quería?)
“No surprises” pertenece al album “Ok,Computer”. Es una canción amable, con un comienzo de campanitas (glockenspiel) y un sonido como de canción de cuna, inspirado en el “Pet Sounds” de Beach Boys de 1966. También se habló de que querían recrear el ambiente de una canción de Marvin Gaye o de la canción “What a wonderful world” de Louis Armstrong
La cosa cambia si se ve el vídeo, y se repara en la letra de la canción. “No surprises” se convierte en una canción oscura que no te deja indiferente.
“Un corazón lleno como un vertedero, un trabajo que lentamente te mata, heridas que no sanarán. Te ves cansado e infeliz. Derroca al gobierno, ellos no hablan por nosotros. Llevaré una vida tranquila, un apretón de manos de monóxido de carbono.
Sin alarmas ni sorpresas. Una casa tan bonita y un jardín tan bonito. Silencio, silencio”
“No surprises” fue escrita por Thom Yorke en su camerino de Oslo (Noruega) cuando estaban de gira con R.E.M. en 1995. Hay un momento en la letra que dice “un trabajo que te mata lentamente” que sirvió de base para el vídeo (dirigido por Grant Gee) que, en tiempo real quiere transmitir la sensación de esos segundos que te van asesinando. Fee se inspiró en la película “2001, una Odisea en el Espacio” de 1968 y en la serie de televisión UFO. El cantante lleva un casco de astronauta y, en un momento dado se va llenando de agua. Sigue cantando intentando desplazar la cabeza sobre el nivel del agua, hasta que se llena por completo y se queda inmóvil. El agua se libera y entonces sonríe (no sé si es mucho decir) y sigue cantando.
En realidad, parece que se aceleró parte de la canción y de la velocidad de la cámara. Aún así no debió de ser fácil para Thom Yorke contener la respiración por más de un minuto. Hay algún vídeo que muestra parte del proceso.
Tras ese “Ok Computer” con un Radiohead reflexivo que retrata esa década de los noventa en la que todo está transformándose, en el 2000 llegó “Kid A”, con un sonido más experimental y arriesgado, que desconcertó a unos, tanto como entusiasmó a otros. “Amnesic” un año después fue su segunda parte. En el periodo 2013 a 2011 llegaron “Hail to the thief” “In Rainbows” y “The king of limbs”, sonidos electrónicos, rock alternativo, música híbrida y también las guitarras estridentes de sus inicios, con letras intelectuales y sociales.
Radiohead son Thom Yorke vocalista, Phil Selwey, baterista, Jonny Greenwood y Ed O’Brian guitarras y Colin Greenwood, bajo eléctrico. Cinco músicos reinventándose. Traspasando la frontera entre los noventa y el nuevo milenio, captando el cambio y adaptándose. Con letras que van desde el ataque al capitalismo y a la moral autocomplaciente, al cuestionamiento de nuestras vidas absurdas, con trabajos rutinarios, sin alarmas ni sorpresas, el hombre aislado y desolado del siglo XXI.
Para que no todo sea tan serio y existencialista, he encontrado una versión de lo más relajante y divertida de “No surprises” de la clarinetista y vocalista de Nueva Orleans Chloe Feoranzo. Chloe descubrió el jazz muy joven y ha ganado muchos premios. También es bailarina de swing. En diciembre de 2016, interpretaba con Postmodern Jukebox (un colectivo con base en Nueva York, que reelabora la música moderna en géneros como el swing o el jazz) esta deliciosa “No surprises vintage”
No surprises vintage – Chloe Feoranzo
También en el 2016 se publicaba el último disco de estudio de Radiohead: “A moon shaped pool”. Con ese título tuvo lugar la última gira de la banda que recaló en el Festival Park Werchter (Bélgica) en junio de 2017. Entre los temas que tocaron y, abriendo el turno de bises, sonaba, una vez más “No surprises”
“No alarms and no surprises, please, such a pretty house and such a pretty garden. No alarms and no surprises (get me out of here)”
¿A cuántas cosas hemos renunciado por una vida “sin sorpresas”? ¿Se está llenando lentamente de agua la burbuja que nos mantiene “a salvo”? tal vez “una casa y un bonito jardín” no sea suficiente. ¿Estamos viviendo o sobreviviendo en una hermosa cápsula de cristal? ¿Realmente ha valido la pena todo este camino de esfuerzo para llegar hasta aquí?
Canciones robadas 
Creo que damos demasiadas vueltas a preguntas existenciales sin respuesta alguna, cuando en realidad lo mas importante es ser conscientes de que somos unos privilegiados propensos a la tristeza por comodidad. Los sueños no necesitan de cápsulas de cristal sino de disciplina y constancia para hacerse realidad. Si no, se vuelven pesadillas por incumplidos. Gracias por tus reflexiones y tus selecciones musicales, resultan siempre muy alentadoras para valorar las cosas en su justa medida. Un abrazo.
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Tienes razón. Me gusta mucho eso de “propensos a la tristeza por comodidad”, yo quizás hubiera dicho a la insatisfacción, o a las dos cosas. Este tema, con el que de paso indagué un poco en la trayectoria de Radiohead, me hizo plantearme si no nos hemos dejado algo en el camino, yendo a lo fácil, que no es lo que soñábamos pero bueno, “nos sirve” y nos quedamos ahí renunciando e incluso olvidando lo que realmente somos. Tal vez haya que romper esa cápsula de cristal y ponerse a trabajar.
Un montón de gracias por tu comentario y un abrazo igualmente para ti.
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Siguiendo la linea de lo que has escrito, a mí, cuando una canción me impacta, me remueve y no me la saco de la cabeza, si decido profundizar en ella para que me deje en paz sucede justo lo contrario, que me la aprendo de memoria y se graba a fuego hasta obligarme a cantarla a gritos mientras viajo en el coche, cosa que me provoca no pocos momentos incómodos cuando siento las miradas asombradas de los pasajeros de coches circundantes fijas en mí. Es una condena que sufro sin muchas preocupaciones.
Yo soy de los que gustan de hacerse autocrítica… y jamás me sale a gusto, por eso siento a veces la necesidad de rebozarme en tristeza, de hacer la croqueta en un gigantesco plato lleno de melancolía, pero sin llegar a freírme después, porque sólo es un vago placer que necesito disfrutar de cuando en cuando. Así que puedes hacerte una idea de cómo me entró el Creep, como un rayo en plena coronilla justo en el momento en que Greenwood lanza esas tres dobles descargas distorsionadas antes del estribillo. Ahí, en ese justo momento, se me tatuó Creep en el hipotálamo, cuando yo sólo era un “adolescente” de 32 años.
No Surprises me gustó, pero no tanto por la letra como por ese efecto de ahogo en el videoclip que tan bien has descrito en tu texto. A partir de ahí, mis caminos y los de Radiohead se distanciaron. Menos mal, porque no necesito una dosis adicional melancolía, me llevo muy bien con la que tengo dentro y en el camino debí desarrollar branquias, porque respiro.
Mil gracias por tu invitación a leer, a pensar y a escribir. Creo que las he hecho aceptablemente las tres. Un fuerte abrazo.
Postdata: Leído lo leído en tu publicación, Radiohead y tú llevasteis vidas paralelas durante un tiempo… y eso cala. Por cierto, la versión de Chloe es cojonuda.
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¡¡¿¿Una croqueta en un gigantesco plato de melancolía??!! Me parto contigo, de verdad, menos mal que no llegaste a la sartén, buf! pero sí que el famoso “Creep” es un tanto autolamentativo, y a mí no me caló mucho, de hecho, haciendo esta entrada, aproveché para revisar a Radiohead y me quedé con unos cuantos temas de ellos, y con la idea de que evolucionaron a mejor. “No surprises” es la canción y el vídeo, claro, que me hizo pensar en ese recorrido vital que todos llevamos y en el que nos vamos “acomodando” eludiendo riesgos, evitando emociones, es como si nos auto protegiéramos, porque preferimos una vida “sin sorpresas” a cualquier cosa que nos perturbe o, como se dice ahora “nos saque de la zona de confort”. Un abrazo Pedro y gracias por comentar en esta entrada que igual es un poco “empanada mental” pero bueno, ha tocado así.
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Estoy de acuerdo con Pedro: ¡la versión de Chloe es una maravilla!
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Me alegro de que os guste!!!! También yo opino lo mismo, le da una vuelta “vintage” al tema que resulta delicioso.
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Creo que lo hemos comentado alguna vez, para mi el año 1993 fue un año bueno, aunque lleno de incertidumbres; terminaba algo y quería empezar un proyecto nuevo, eran años de optimismo y dudas. En lo musical, el pop y el pop-rock (sobre todo el español) representaban la diversión y el disfrute con los amigos; quizás por eso, las bandas de grunge, rock alternativo o britpop de los noventa pasaron como de refilón por mi vida. Bandas como Nirvana, Oasis o Radiohead las conocí realmente años después, cuando sus propuestas rompedoras ya no tenían la misma vigencia. Esta canción es preciosa, con ese sonido inicial de campanitas, que a mí me recuerda mucho a la celesta de Buddy Holly en «Everyday», y todas esas referencias melómanas que siempre gusta saber que están presentes en la cabeza y el corazón de los músicos. Yo también me uno a esa excelente versión con alma de swing. Abrazos.
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Lo primero buscar el “Everyday” de Buddy Holly y sí, ese sonido como de canción de cuna lo recuerda, una canción muy tierna
la del malogrado Holly. “No surprises” es más oscura, por la letra y la forma de interpretar de Thom Yorke y ya si ves el vídeo, todavía más. De los noventa yo me quedé mucho con Nirvana o con Oasis, pero a Radiohead los tenía menos oídos y estuve escuchando sus discos a cuenta de esta entrada. Me gustó bastante su trayectoria en la que experimentaron con muchas músicas y supieron evolucionar, a pesar de no complacer a todos. Hubo grupos muy buenos esos años y yo también estaba como en otra parte, me pasa como a ti.
Es encantadora la versión de Chloe Feoranzo, clarinetista, saxofonista y con ese irresistible aire decadente, estupenda ella y la banda que la acompaña.
Dejo la bonita canción de Buddy Holly, con ese acompañamiento tan angelical. Un abrazo, Raúl, gracias por tu comentario.
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Al leerte me doy cuenta de que yo también divido mi vida por años musicales, que son en definitiva los recuerdos de las distintas etapas. Si pensara dónde estaba yo o que hacía en 1993, 1997 o 2000 inevitablemente vendrían a mi cabeza temas musicales que me envolvieron hasta unirse a mis recuerdos. De Radiohead no puedo más que aprender de tu excelente texto tan detallado como siempre. Y también de tus comentaristas, algunos muy puestos en materia, lo que no es mi caso. Por eso me gusta leer tus posts, porque los disfruto. Y añado que la versión de Chloe Feoranzo me parece sublime. Gracias por compartir tanto y tan bueno. Un abrazo Eva.
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Me apoyo en las canciones para sacar fuera momentos, emociones, o recuerdos y a veces yo misma me sorprendo del poder que tiene una canción si te dejas llevar por ella, es algo que estoy aprendiendo con este blog en el que a veces elijo yo las canciones y otras muchas son ellas las que me eligen a mí, como en el caso de “No surprises” de Radiohead, aunque parece que esta vez ha sido Chloe Feoranzo la que ha logrado cautivarnos a todos. Gracias por tus palabras Sabius, me alegran y me animan mucho, de verdad. Un abrazo
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Canciones amables que aparecen cuando menos te lo esperas, regalos que te encuentras al llegar a casa, días lluviosos cuando despiertas deseando un día lluvioso, qué gozada recibir una visita musical de esas, que se asienta en tu quijotera y te acompaña un tiempo, para después fingir que se va y hacer del eterno retorno su constante.
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Y eso que esta vez, la visita musical tiene una amabilidad sólo aparente y el eco que te deja en la memoria es de los que, aunque no llega a perturbar, resulta un tanto inquietante, pero está bien así y, por mí, puede quedarse y volver, como una vieja amiga, recordándome las sensaciones que trajo consigo, cuando apareció sin avisar. Sonrisas, Joiel.
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❤️
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Eva, aquí estoy una noche más dándome un paseo por tu blog. He mirado en las entradas que sugiere la barra lateral y he dado con Radiohead.
De fondo en la televisión tengo a Colombo en uno de esos episodios que probablemente grabó en los 90. Así que he viajado irremediablemente a los 90:) Esta vez, aunque también he hecho un poco de memoria acerca de mi situación en los años que mencionas, la verdad es que te estaba leyendo a ti, tus preguntas, tus reflexiones aparte. Me ha gustado mucho cómo lo has intercalado con el resto del texto donde hablas de Radiohead y de esta preciosa canción. Me he dejado llevar por la lectura y he desaparecido. Cuando digo esto, lo que significa es que estaba escuchando completamente sin intentar encontrar la réplica que tan a menudo nos viene a la cabeza cuando alguien escribe una entrada y creemos que tenemos algo que decir, como si se tratara de un debate. No había debate.
El año 93, el año 97. Si lo pienso, sí fueron años claves en mi caso también. Yo me introduje en los 90 como si ya fuera vieja y ahora veo lo joven que era.
Maravillosa canción. Me encanta la versión de Chloe Feoranzo. De nuevo Nuevo Orleans, eh?
Qué buen rato acabo de pasar leyendo y escuchando, Eva. Felices sueños 🌝🌿
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Querida Olga, los años 90, sobre todo la primera parte, me llevan a una sucesión de hecatombes en mi vida. Mis proyectos personales y laborales se dinamitaron y además tuve que enfrentarme a la muerte de mi padre, que fue bastante traumática. Después pude recomponerme y volver a ponerme en marcha, pero ya no fue lo mismo. Al ver a Thom Yorke en su pecera, pensé en mí misma y en lo que me había dejado en el camino, a lo que había renunciado. No me gustó. Escribí esta entrada consciente de que estaba convocando a un monstruito bastante feo, pero mejor tenerlo a la vista. “No surprises” es una canción preciosa, y también lo es la versión de Chloe Feoranzo, realmente ese aire vintage le sienta de maravilla al tema. Estoy descubriendo que esta década tiene músicas maravillosas y, de alguna forma, reconciliándome con ella. Gracias por traerme de nuevo aquí, me gusta volver a entradas antiguas, es como releer las páginas de un diario. Un abrazo 🤗🍀
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Te estoy muy agradecida por haber compartido conmigo la triste e intensa experiencia que viviste en esos años. Lo siento, Eva. Espero que al comentar en esta entrada te haya hecho regresar de buen grado a ese lugar y recuerdo. Me alegraría saber que ha sido para bien. Te deseo lo mejor. Aunque surja de tu necesidad, quiero que sepas que realizas una gran labor en tu blog. Es verdaderamente evocador y de paso abres nuevos caminos musicales, aquellos que no conocemos. Un abrazo 🤗
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Gracias, Olga 🤗🌹
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