I put a spell on you – Screamin’ Jay Hawkins

“I put a spell on you” es una canción peligrosa.

Su sonido envolvente se infiltrará en nuestro cerebro. Su ritmo obsesivo se confundirá con los latidos de nuestro corazón. Caminaremos irremisiblemente hacia nuestra perdición, sin que nada podamos hacer para evitarlo.

Seremos víctimas de un hechizo.

Es necesario advertirlo antes de continuar la lectura de este post porque, una vez que comencemos a escucharla, no habrá vuelta atrás.

Si todavía seguís ahí, comenzamos.

A veces salía desde dentro de un ataúd en una atmósfera fantasmal. Llevaba trajes brillantes y un hueso en la nariz. En su mano o en un bastón, una calavera humeante a la que llamaba Henry. Se rodeaba de serpientes y accesorios de vudú. Parecía una especie de “hombre salvaje” en una fiesta de Carnaval.

Estamos hablando de Screamin’ Jay Hawkins, nacido en Cleveland, Ohio en 1929. Su nombre real era Jalacy Hawkins. Aunque recibió formación en música clásica, terminó por centrarse en el blues. A mediados de los años 50 escribió “I put a spell on you”. Cuando se grabó la canción, él y la banda que le acompañaba estaban muy borrachos (algunas versiones dicen que a instancia del productor) y al escuchar las cintas resultantes se escuchaba algo muy extraño y estridente, lleno de gritos y alaridos. La balada de amor se había transformado en algo oscuro y violento. Podía funcionar.

Fue el DJ Alan Feed (que tuvo un importante papel en la difusión del rock y había iniciado un programa en 1951 acuñando el término “rock and roll”) el que sugirió a Hawkins el cambio de nombre y le instó a una puesta en escena impactante.

Así que aquí está Screamin’ Jay Hawkins interpretando I put a spell on you en una de sus primeras apariciones televisivas en los estudios británicos de Granada TV a principios de los sesenta.

“Te he hechizado, porque eres mía. Será mejor que dejes de hacer lo que haces, no estoy mintiendo. Simplemente no puedo soportarlo, la forma en que siempre estás corriendo por ahí, la forma en que me menosprecias. Te he hechizado. Porque eres mía”

I put a spell on you – Screamin’Jay Hawkins

Escalofriante o tal vez divertida. En un primer momento las radios, escandalizadas, prohibieron su programación, con la consecuencia de que se vendieron más de un millón de copias del disco. Única vez que el artista alcanzó tales números.

“I put a spell on you” ha tenido incontables versiones, Nina Simone, Creedence Clearwater Revival, The Animals, Bryan Ferry, Joe Cocker, Marilyn Manson, Ray Charles, Joss Stone… incluso Bette Midler la cantó en una película de comedia.

Una de las versiones más conocidas y para algunos la mejor, es la de Nina Simone, que incluyó I put a spell on you en su álbum de 1965 que se titulaba genéricamente como la propia canción, a la que Simone convierte en un clásico más jazz-blues y le da un enfoque más romántico y sentido. Una curiosidad es que su versión fue inspiradora de Michelle de los Beatles, según reconoció John Lennon.

I put a spell on you – Nina Simone

Pero si tengo que elegir una versión, sin duda alguna, me quedo con la siguiente. Dos razones: es la primera que escuché y la segunda es que es la de una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, Creedence Clearwater Revival, que en su disco de debut incluían una revisión de “I put a spell on you” dotando al tema de una extraordinaria fuerza. Año 1968. Psicodelia y Blues rock todo en uno. Es difícil no caer hechizado con la interpretación arrebatada de John Fogerty. Esta canción también fue interpretada por la CCR en el Festival de Woodstock en 1969, pero me encanta este vídeo en el que los cuatro componentes de la banda parecen estar bajo el influjo de algún brebaje hipnótico.

A estas alturas, ya os habréis percatado, de que “I put a spell on you” es realmente mágica, y que cada versión suena completamente diferente de la anterior y no menos fascinante. Pero por si todavía no estáis lo suficientemente hechizados con esta canción de mil caras, la pianista y vocalista de Nashville, Kandace Springs, le da una nueva vuelta de tuerca, y en su álbum “The Women who raised me”, lanzado en el 2020 y dedicado a las mujeres que en su carrera musical le sirvieron como fuente de inspiración, entre las que se encuentran Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Roberta Flack o Dusty Springfield, rinde igualmente homenaje (no podía ser de otra manera) a Nina Simone con una versión de “I put a spell on you” a la manera ardiente y elegante que Nina imprime al tema, pero al que Kandace, en honor también al amor que ambas vocalistas comparten por la música clásica, incorpora las notas de Moonlight Sonata en una interpretación no menos apasionada que las anteriores.

Con una presencia escénica espectacular y una imponente voz de barítono, Screamin’Jay Hawkins que además actuaba arropado por una banda bien dotada de instrumentos de viento y percusión, bien fuera blues o soul lo que fuera que tocara, lo hacía de una manera única. Por otra parte su expresividad facial y corporal y los horripilantes sonidos guturales que emitía le daban un aspecto de lo más peculiar. Una vez se quedó atrapado en el ataúd y otra fue encerrado (de broma) con un mono. Parece que no le hacía gracia nada de esto, pero ahí seguía.

A Hawkins se le entendió mejor en Europa y terminó por marcharse a Francia. No tuvo muchos éxitos más, pero teniendo en cuenta que bebía como un cosaco, que se casó seis veces y tuvo entre 57 y 75 hijos (Wikipedia dixit) igual no tuvo mucho tiempo. Murió en el 2000, fue inspirador de intérpretes como Alice Cooper o Marilyn Manson y se le considera un pionero en el llamado Shock Rock.

“I put a spell on you”, una canción que es un conjuro, capaz de hechizar a varias generaciones de músicos y oyentes, permaneciendo en el tiempo. No sé vosotros, pero yo supe desde un principio que no tenía elección y sucumbí a su hechizo desde la primera vez que la oí.

Publicado por

Eva

Canciones que forman parte de mí y a las que quiero rendir un pequeño homenaje, desde un punto de vista estrictamente personal. Música sin filtros, sin itinerarios y con muchas emociones.

34 comentarios en «I put a spell on you – Screamin’ Jay Hawkins»

  1. Hola Eva:) Los originales son imbatibles, ¿verdad? Es que este personaje es de lo más auténtico. Qué puesta en escena. Conocía la canción, pero no sabía de quién era. Qué bueno. Es cierto que todas las versiones son para disfrutar. Nina Simone me es muy especial como cantante, pero es cierto que la de Creedence Clearwater Revival me enciende. Kandance Springs, que no la conocía, es un descubrimiento; le añade eso de utilizar la melodía del Claro de luna como base, y de forma tan elegante e inteligente, que me gana mucho. Un abrazo 🤗☀️

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    1. Hola Olga!! Qué personaje este Screamin’ Jay Hawkins ¿verdad? Me resultó divertido buscar información sobre él. Realmente él no pretendía que “I put a spell on you” sonara así, tan caricaturizada, pero le aconsejaron la puesta en escena y se limitó a seguir las indicaciones que otros le daban. Funcionó. Destacaría de este tema su versatilidad, puede sonar de forma muy diferente según el intérprete y todas están bien. Hay una pregunta que me hago, y es si sería “políticamente correcta” en la actualidad, por esa amenazante letra que tal vez pueda herir alguna sensibilidad. No lo sé. Para mí es un gran tema, en cualquier caso. A Kandance Springs la conocí buscando versiones de “As time goes by” y fue un feliz encuentro tenerla también para “I put a spell on you”, su homenaje con esta canción a Nina Simone es magnífico.
      Me encanta tenerte por aquí, gracias y un abrazo de los grandes 🤗🌻

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    1. Bienvenido a este blog de canciones, macalder! Muchas gracias por tu amable comentario y por tu interés. Me alegra haberte dado a conocer un tema de los grandes, con tantas posibilidades de ritmos e intenciones y en voces tan buenas como las que han desfilado en esta entrada. Un saludo! 😊

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      1. Yo viví, y escuchando la música que sacudió al mundo como fue el rock de los 66- 70. Woodstock quedó tatuado en toda mi piel y aunque es una etapa superada su recuerdo perdura. No soy experto en música, ni mucho menos fanático.Solo la disfruto como en aquellos años en la memoria. La poesía me llena los vacíos existenciales.Un gran abrazo.

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      2. Maravillosa etapa, años cruciales los que nombras, fueron como una edad de oro y absoluta referencia de las generaciones posteriores. No se puede entender la música sin Dylan, los Beatles, Janis Joplin, The Doors, Hendrix… y ese festival de Woodstock (y el de Monterrey del 67) es algo insuperable. Tampoco yo soy experta, pero disfruto de la música que amo y que, como tú dices de la poesía, también llena muchos momentos de mi vida. Un abrazo grande.

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    1. Pues a mí me encanta saberlo, y teniendo en cuenta que la elección de los temas procede de “mi mochila” personal, conectar con otras personas, en este caso contigo, le da un valor añadido a esta entrada. Muchas gracias!!

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  2. Desde luego que es un tema hechizante. El primer video de Screamin’ Jay Hawkins es impresionante, me imagino las caras en esos principios de los 60 poco acostumbradas a este tipo de interpretaciones. Pero al final la prohibición en las radios le vino bien en ventas. Nina Simone es una de mis interpretes favoritas y se luce en una interpretación tan elegante como complicada, pero la de Kandace no se queda atrás. Cierto que cada versión, por ejemplo la de la CCR, suena diferente, lo que da una idea de la versatilidad del tema. De nuevo un gran descubrimiento en tu blog. Gracias y un fuerte abrazo.

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    1. Es un tema muy especial, diferente, un tanto incalificable e inclasificable. Quizás por eso se va de un lado a otro con tanta facilidad. Al Jazz, al Rock, a lo grotesco, a lo sentimental, al dolor, a la amenaza siniestra… hacia tiempo que quería ponerlo y profundizar en él pero no sabía cómo enfocarlo y finalmente pensé que era mejor que hablara por sí mismo en boca de cada intérprete, ya que todos lo moldeaban a su medida, aunque en el caso de Screamin’ Jay Hawkins, su espectacular puesta en escena fuera ideada por otros.
      Gracias Sabius por estar aquí una vez más. Un fuerte abrazo para ti.

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  3. De verdad que es así. Alucino con el personaje o con el personaje que le hicieron interpretar. Me parece algo extraño en la época. Muy muy curioso. Es cierto que cada versión es un rollo absolutamente distinto.
    Yo también me pregunto lo mismo que tú en cuanto a lo políticamente correcto en el arte. Podría darse una tendencia hacia una «sensibilidad única» bastante peligrosa en muchos sentidos. Es una buena pregunta la que haces. Cuántas obras de arte buenas dejarían de existir.
    Aprovecho para preguntarte si tendrías inconveniente en que te mencionara, con enlace a tu blog, en alguna publicación que hiciera en el futuro para hablar de música.
    Un abrazo, Eva 🤗

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    1. Si te viene bien utilizar alguna entrada o canción para tu blog, hazlo con absoluta confianza, me hará mucha ilusión, con las cosas tan bonitas que publicas siempre, aportar un poco de música.
      Un abrazo, Olga ☺️

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      1. Muchas gracias, Eva. Para mí es tener en cuenta la buena influencia de las personas en lo que hago. Si las menciono en algún sentido, me gusta poner la referencia. Disfruto mucho con el trabajo que haces. Es un curro muy esmerado y de gran acierto. Me abre una gran ventana para descubrir, comparar, o simplemente apreciar. Buen fin de semana ☀️

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  4. Ja ja ja… muy buena la advertencia que haces al principio de la entrada, pero no me ha dado absolutamente nada de miedo. La verdad es que encuentro al personaje y el vídeo en cuestión muy divertidos, dotados de un sentido del humor que bebe del terror seguramente atávico de lo que nos es desconocido.

    Cuántas coincidencias aquí… y toda una historia detrás, ya verás. Empezaré por la coincidencia más notable. Yo también conocí el tema por la versión que hace la Creedence, sin duda magnífica, muy potente. Tengo de estos señores varios vinilos y dos recopilatorios en CD… en uno de ellos sale el tema. He disfrutado como un enano con estos dos CD.

    Pero conocía el tema original, al personaje (tremendo) y el vídeo original también. Antes que nada, qué interesantes y divertidas las explicaciones de cómo terminó el tema siendo grabado así, con ese enfoque. Hay muchísimo en ese vídeo de la herencia que África ha dejado a América (basta con pensar en la esclavitud llevada a los EE. UU., en Cuba y su santería o en Haití y su vudú… o en Brasil). Sí, porque ahí asoman la brujería y lo sobrenatural, enlazado con el terror, las cuestiones de ultratumba, etc. Todo eso lo explota el cantante, también con su imagen… el traje, el hueso en la nariz, la calavera, los gritos y alaridos. Esos sonidos guturales, como si fuera una bestia paladeando o masticando carne (¿humana?)… no es de extrañar que esto pudiera impactar en la moral de la época tan blanquita y tan puritana (tema que ya hemos tocado). La letra se las trae también… ¿divertida? pero mostrando una posesividad machista tremenda, rollo «te voy a cortar las alas porque no quiero que vueles libre, por ahí». Pero me parece genial que lo prohibido (por escandalizar) acabe pegando más fuerte aún.

    De nuevo he de referirme a mi yo del pasado y mis entradas del pasado (alucino lo prolíficas que eran… ¿lo escribí yo?). En el 2017 escribí sobre un grupo muy poco conocido, Messer Chups, grupo ¡ruso! originario de San Petersburgo que hacen un rock muy primitivo y visceral… digamos que surf rock. Se han prodigado mucho por salas españolas, por cierto. Con cantante femenina de muy buen ver, una muñeca pin-up de imagen muy fetichista. La cuestión es que este grupo tiene una imagen muy divertida y entre sus muchas influencias está todo el mundo del terror con sus personajes y parafernalia (vampiros, hombres lobo, momias, tumbas, platillos volantes… ) y muchas referencias al cine de serie B, etc. Por ser tan lúdicos y transgresores, a la vez que aludir a toda esa faceta tenebrosa o terrorífica, la similitud con los planteamientos de Screamin Jay Hawkins es obvia. Por esa razón el bloguero llamado lrotula (Luís), titular del blog Algo de Jazz, Blues, Rock … me dejó este comentario:

    «El rock siempre ha tenido una importante vertiente de diversión y este grupo lo tiene muy claro. Desde que en los 50 Screaming Jay Hawkins nos sorprendiera con su ‘I put a spell on you’ esto ha seguido sin parar».

    Y en otro comentario me ponía el vídeo protagonista de tu entrada (fue ahí donde me estrené). No puedes perderte mi genial entrada 😀😀, porque hay cantidad de información y de fotos y si la lees verás cómo todo ese rollo terrorífico-humorístico es muy evidente. Muy buenos Messer Chups, creo que te gustarán.

    Tengo buena memoria y enseguida recordé el comentario de lrotula, que por desgracia parece que ya no escribe en el blog y no dejó ninguna entrada sobre este artista.

    Muy bonita e interesante la versión de Kandance Springs con esa inclusión de la sonata de Beethoven.

    Segurísimo que al igual que Jimi Hendrix, Little Richard, James Brown y otros fueron enormes referentes de Prince, también tuvo que serlo Screamin Jay Hawkins.

    Al rock siempre le viene bien esa inyección de descaro, provocación y salvajismo… y si es de rollos tipo brujería o tradiciones ancestrales africanas mejor que mejor.

    Namaste.

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    1. Qué buena entrada la de los Messer Chups! ¡Qué divertidos! Me han gustado un montón. Lo cierto es que a mí toda esta estética de cine de terror de serie B me hace mucha gracia, y este grupo juega con diversos elementos de aquí y de allá, consiguiendo una estética muy atractiva, luego ella con su imagen de chica pin up y los chicos un poco espías de la KGB (igual me dan ese aire a mí al ser rusos 😊) aunque en el segundo vídeo se van un poco al James Bond psicodélico y en otros momentos a los cómics… consiguen una mezcla muy simpática que no les impide ser buenos músicos. En “Magneto”me recordaban a los Shadows. Un sonido retro muy fresco, el “surf rock”. Creo que han hecho un trabajo de fusión muy logrado, en lo musical y en lo estético.
      Hablando de Screamin’ Jay Hawkins, se le comparaba también con Vincent Price (“el Vicent Price negro”) y se daba un aire. Supo (o más bien le aconsejaron) crear una puesta en escena impactante. Igual se les fue un poco la mano, de hecho tuvieron que rebajar el numerito que se montaban porque había componentes demasiado salvajes de canibalismo. Y como dices, hay de todo, santería, vudú… que en parte lo puedes llevar al humor, pero un poco de yuyu ya dan estas cosas también.
      Con respecto a la letra, afortunadamente hay muchas versiones en voces femeninas lo que creo que le quita la posible carga machista. La de Nina Simone es de las más famosas y… no le hacen falta calaveras ni alaridos para dar miedo.
      En todo este lío de cosas hay un componente de marketing evidente, pero también libertad creativa y ese punto de descaro y provocación (como bien dices) siempre estimulante, y que ha servido de punto de referencia a muchos.
      Gracias por esos Messer Chups y por tu comentario lleno de información que te agradezco que hagas llegar hasta aquí.
      Un saludo, What!

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      1. Muchas gracias, me alegra mucho que te hayan gustado. Realmente creo que son muy buenos en lo que hacen, aunque no sea una banda conocida del gran público (eso no es una contradicción en sí misma, pasa mucho). Realmente tienen mucho mérito y todo ese universo del terror, los cómics, el cine de serie B… toda esa mezcla está curradísima y les da mucha personalidad y originalidad. Tremendamente divertidos.

        Es verdad, Screamin’ Jay Hawkins parece un Vincent Price negro, no lo había pensado. Y seguro que Messer Chups lo tienen en los altares… satánicos, seguramente. Me queda la duda de si este artista explotó todos estos componentes, sobre todo estéticos y conceptuales, en otros temas suyos, o si este tema queda un poco al margen.

        Después de comentarte, aparte de en Messer Chups me quedé un rato pensando una cosa: el temazo brutal de los CCR, que para mí es toda una joya que en nada desmerece al mejor rock psicodélico. Muy grandes. ¿Sabías que John Fogerty es uno de los grandes referentes de Bruce Springsteen?

        Messer Chups en el 2023 con Pink Panther

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      2. Geniales, Messer Chups, con un sonido retro tipo grupos instrumentales de los primeros sesenta que les sienta muy bien, y encaja de lujo con esa estética de la que hablábamos. Muy divertidos con la pantera rosa 😁
        A la cuestión de si el “I put a spell on you” de Screamin’ Jay Hawkins quedaba como algo aislado en su carrera, pues yo diría que no, porque todo lo que hay de él parece obedecer al mismo rollo, o sea, un personaje que explotó al máximo, también porque sería lo que la gente esperaba de él. Pero si es verdad que bajo esta parafernalia había un musico de blues que no lo hacía nada mal. Tenía una gran voz y se acompañaba de buenos instrumentistas. Tal vez se quedó atrapado en el personaje, y no pudo salir.
        Lo de la influencia de Fogerty en Springteen no lo sabía pero me parece casi lógica. Seguramente la admiración es mutua porque son amigos. Han tocado juntos alguna vez, además. Dos milagros de la música.
        Un saludo What, gracias por estos aportes tan estupendos.

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  5. ¿Qué tiene de malo que te encierren con un mono en un ataúd?
    Este señor era (y es), un salvaje fiel a su mundo, toda una muestra de compromiso para con el personaje creado de las que ya no se ven salvo contadas excepciones (señores que, dicen, se sacan una costilla para ampliar horizontes gastronómicos, por ejemplo), más teniendo en cuenta la época, con lo impresionables que eran los mortales entonces y lo fácil que resultaba hacerle la cruz a alguien. Y las varias docenas de hijos, todo un sentimental, el caballero.
    Por fin una entrada donde el personaje no me es del todo desconocido, aunque gracias a tu manejo del verbo, sucumbí y quedé nuevamente fascinado.

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    1. Sin entrar a fondo, parece ser que las molestias estomacales del mono en cuestión le quitaron algo de glamour a la experiencia, que fue real. También se habla de ataúdes en llamas… pura diversión. Por otra parte una de sus ex le atacó con un cuchillo perforándole pulmón y diafragma… detalles sin importancia para tan excelso personaje que tuvo a bien legar su inmensa fortuna a sus hijos, que siguen creciendo desde la muerte del músico en el 2000. De hecho hay hasta una asociación de “hijos perdidos de Hawkins” (el nombre me lo acabo de inventar, pero la asociación existe) que tiene sedes en cualquier parte del mundo. Si eres negro tienes más posibilidades, pero todos podemos ser hijos de Screamin’ Jay.
      Gracias por tu comentario y por la sonrisa que me deja su lectura.

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      1. Como más o menos hombre audaz que era, debiera haber visto en la situación simiesca un tour de force, una oportunidad más de epicidad con la ventaja de contar con un mono, algo que siempre da puntos.
        Lo de los hijos, qué decir, en este mundo tan sombrío, encontrar criaturas rebosantes de amor que se dan al prójimo, a cuantas más prójimas mejor, hasta resulta emocionante. Love is in the air, que no en el ataúd del mono.

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  6. Qué buena la historia de Screamin’ Jay Hawkins. Yo conocí el tema por la Creedence y, a pesar de que escuchado bastantes versiones, ninguna me gusta tanto como la de los californianos, que escuché gracias a un recopilatorio de esta banda. Me encanta esa sensación de sentirme hechizado por una canción y que, de algún modo, sea capaz de poseer a los que se animan a versionarla, de ahí que suene diferente cada vez que se interpreta de nuevo. En esta vertiente divertida y macabra tenemos en España el tema «Raska-yu», de Bonet de San Pedro, al que hace tiempo le dediqué una entrada. No me puedo resistir a proponer mis versiones: The Animals y Them, la banda en la que se dio a conocer Van Morrison.

    Buen fin de semana, Eva.

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    1. Maravillosas versiones, como no podían ser menos en las voces de Van Morrison y Eric Burdon, especialmente salvaje la de este último. Parece que las posibilidades son llevarlas al humor macabro tipo Hawkins, la rabia contenida de Simone y Springs o el furor rockero de la Creedence o The Animals… pero siempre a lo grande y con mucha intensidad, claro si no no tendría mucho sentido. Este encantamiento de “I put a spell on you” se transmite al oyente, a mí me pasa, que me quedo escuchando como en trance 😁
      El “Raskayú, cuando mueras ¿qué harás tú?” es una canción que siempre me ha parecido increíble y macabramente divertida. Es una pena que las nuevas generaciones no conozcan estas joyas, hiciste una entrada magnífica, Raúl, por aquí la dejo.
      Feliz fin de semana, un abrazo.

      Bonet de San Pedro / O Sister! / Twanguero (con Ara Malikian). “Rascayú”

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  7. Hola, Eva. La primera vez que escuché esta canción fue en el cine, viendo «Stranger than paradise», de Jim Jarmusch. Suena al principio. Una chica va caminando por la calle y la cámara la sigue con esta música. Sigo bajo el hechizo de la canción todavía, siempre que me la cruzo la vuelvo a escuchar como si fuera la primera vez. Genial lo que cuentas de Screaming y de la gestación de la canción. Me quedo con la versión original y la de la Creedence. Saludos 🙂

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    1. Me viene muy bien tu comentario para añadir otro dato curioso que también tiene que ver con Jim Jarmusch y es la colaboración como actor de Screamin’ Jay Hawkins en “Mistery Train”, concretamente en la primera parte, que hace de recepcionista (vestido con uniforme rojo, muy gracioso) También colaboró con Alex De la Iglesia en “Perdita Durango” y ya no sé si haría algo más, pero esta faceta actoral nos permite descubrir otra de sus múltiples caras.
      He buscado ese comienzo de “Stranger than paradise”. Era muy listo Jarmusch, (si recordamos aquella otra apertura con Tom Waits y su Jockey full of Bourbon) “I put a spell on you” queda maravillosa aquí, gracias por traerlo, dejo la secuencia por aquí.
      Un saludo Juan 😊

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  8. Para mí, esta canción es un ejemplo de cómo el sonido y la interpretación pueden cambiar completamente el sentido de una letra. La primera vez que leí sobre la versión original de Jay Hawkins fue en el blog de un colega y quedé chascona (como decimos en mis tierras), porque fue la primera vez que pensé que la canción podía hablar realmente de conjuros y no era una forma metafórica de hablar de la seducción jaja
    De todas maneras, sigo enamorada de las versiones de Nina Simone y Creedence porque son👌🏼

    Un abrazo Evaa♡

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    1. Yo ya no sé de qué habla, y creo que el buen Screamin’ igual tampoco, porque por lo que he leído era una canción de amor, un tanto oscura, pero su idea no era llevarla a los alaridos y los conjuros de vudú. Le “cambiaron” su propia canción para que resultara más efectiva, creando el personaje que ya le acompañó siempre. Lo de las diferentes interpretaciones e intenciones es lo que más me fascina. Esa mirada perdida y melancólica de Nina Simone o el arrebato Fogerty, son geniales ambas posibilidades y el tema se adapta a ellas.
      Un placer tenerte por aquí Fran, un abrazo grande.

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