There Is a light that never goes out – The Smiths

Comparto mi vida con un enamorado de Tolkien, Bruce Springsteen y The Smiths. Me leí con fervor “El Señor de los Anillos” y he visto las tres películas (versión extendida). No fue para mí un gran sacrificio ir a ver al Boss en concierto y estoy dispuesta a repetir gustosamente. Pero la llegada a mi mundo musical de The Smiths se merece mi especial agradecimiento porque, seré sincera, no los conocía demasiado.

Como nunca es tarde, aquí están con la canción que más suena y sigue sonando en casa, ya que alguna de las representantes de las nuevas generaciones tampoco han podido sustraerse al encanto de esa luz que nunca se apaga.

En la portada verde de “The Queen is dead” diseñada por el propio Morrissey, el carismático vocalista de The Smiths, aparece el rostro postrado de Alain Delon (pertenece concretamente a la película de 1964 “L’insumis”) con quien tuvieron que contactar y dio su aprobación. Corría el año 1986 y fue el álbum con el que The Smiths alcanzaban la cima del pop británico. Curiosamente, una de sus canciones más populares no salió como single.

Una canción de amor y muerte, tal vez inspirada en el James Dean de “Rebelde sin causa” tan admirado por Morrisey, “There is a light that never goes out” es irremediablemente romántica, desde un punto de vista trágico y apasionado, en la que el protagonista quiere huir de su realidad:

“Llévame fuera esta noche, donde haya gente joven y música…”

y prefiere estrellarse en el autobús y morir con la persona que ama, antes de volver a una casa que ya no siente como suya.

“Y si un autobús de dos pisos nos choca, morir a tu lado es una manera celestial de morir, y si un camión de diez toneladas nos mata, morir a tu lado, es un privilegio para mí”

Hijos de su época, los cuatro “Smiths” lo eran también de emigrantes irlandeses. Fueron adolescentes en los setenta en Manchester, una ciudad dura en unos momentos en que los conflictos laborales se hicieron sentir, especialmente en la era Thatcher. Mientras Steven Patrick Morrisey leía clásicos ingleses encerrado en su cuarto, un retraído Andy Rourke, futuro bajista en The Smiths, se hacía adicto a los barbitúricos con 13 años. El nombre del grupo, que debutaba en 1982, pretendía homenajear a la gente corriente de Gran Bretaña. A los dos anteriores hay que sumar la brillante guitarra de Johnny Marr y al baterista Mike Joyce. En el periodo que va de 1984 a 1987 alcanzaron la excelencia convirtiéndose (con el permiso de R.E.M) en uno de los grupos más influyentes de la década, con canciones que se convirtieron en himnos.

Si Johnny Marr era el genio musical, la poesía y el encanto de Morrisey era el otro pilar básico. Letras inquietantes, conmovedoras, siempre hermosas, moldeadas en la soledad de su habitación. Sin embargo, su crítica a la monarquía en “The Queen is dead” aunque fuera más sutil y elegante que la de los Sex Pistols con su “God Save the Queen” no era menos ácida.

Cuatro álbumes de estudio: “The Smiths” (1984) “Meat is murder” (1985) “The Queen is dead” (1986) y “Strangeways, here we come” (1987), aparte de algún álbum en directo y diversos recopilatorios, y la autodestrucción en pleno éxito. La grabación de “The Queen is dead” fue difícil y tras ella, Marr cayó en una depresión. Antes de la publicación de su último álbum seria Johnny Marr quien propiciara el final anunciado de The Smiths, en el que quemaron sus naves, siguiendo caminos separados.

“There is light that never goes out” ha tenido covers de Dum Dum girls, Noel Gallaguer o Crowded House y hasta hay una versión de Mikel Erentxun en castellano (“Esa luz nunca se apagará”). Por otra parte, tanto Andy Rourke, que falleció a los cincuenta y nueve años en el 2023, como Johnny Marr, la han interpretado junto con otras bandas como The Killers o con Neil Finn, cantante y guitarrista de la mencionada Crowded House. Así sonaban en el concierto dado en el St. James Theater en Nueva Zelanda en el año 2001, en el que Finn hace tan suya la canción, que logra que no echemos de menos a Morrisey.

There is a light that never goes out – Neil Finn, Johnny Marr

También en el cine The Smiths han marcado escenas tan bonitas como la de la película “(500) Days of Summer” del 2009 dirigida por Marc Webb. Una comedia romántica que obtuvo numerosos premios y que rompe los clichés del género. Dicen que uno de sus puntos fuertes era la Banda Sonora, y un momento mágico, aquel en el que ella empieza a susurrar el “There is a light that never goes out” de The Smiths.

“(500) Days of Summer” – “I love The Smiths”

The Smiths levantaron controversias, como otras bandas británicas, pero su influencia ha sido alargada, en grupos de su época como nuestros Héroes del Silencio o más actuales como los irlandeses Fontaines D.C.

Sigo de reojo la carrera más bien irregular de Morrisey, que sigue en activo. ¡Qué raro es Morrisey! Forma parte de su encanto. Melancólico e introspectivo. Me gusta verlo como un romántico fuera de su tiempo al que le gusta vivir en soledad. Una criatura única que, con 64 años cumplidos, dice lo que piensa sin miedo a las consecuencias y no mostrando su cara más amable precisamente.

“There is a light that never goes out” no es un tema que aparezca mucho en su repertorio, sin tener muy clara la explicación. Una de las ultimas veces fue en el Festival de Viña de Chile en el 2012. Sin dejar de admirar la maravillosa contribución de Johnny Marr a la guitarra y los acompañamientos de cuerda y flauta del tema en la época de The Smiths, la forma lírica y delicada de interpretarla de Morrisey es única.

No muchas bandas se enfrentaron al mundo con el bolsillo lleno de gladiolos, como lo hacía Morrisey en un lejano 1983, ofreciendo una memorable actuación en el programa “Top of the Pops”, en el que un ramo de flores colgaba del bolsillo trasero de su pantalón porque “Las flores integran armonia”. En tan solo cinco años trazaron su propio camino, dando una mirada diferente al pop y al rock con un sonido distintivo, lírico y sensible, y dejando una huella imborrable que aún perdura.

Hay una luz que nunca se apaga. Larga vida a The Smiths.